El planisferio o mapamundi es un instrumento que nos permite
apreciar, a diferencia del globo terráqueo, en un solo golpe de vista la
totalidad del planeta. Al ser la Tierra redonda toda proyección de la
misma en un plano va a presentar, en mayor o menor grado, deformaciones.
En 1569, Gerardo Kremer Mercator, un geógrafo flamenco, dibujó un
mapamundi en el cual se representaban los puntos del globo terrestre
sobre un cilindro tangente al Ecuador.
Este mapa resultó sumamente útil para los navegantes. Y desde hace
cuatro siglos es la base de todos los planisferios en uso. Se utiliza en
la enseñanza, los medios de comunicación, la industria, en fin, a todos
los niveles como representación de nuestro planeta.
Tal vez en 1596, la visión que se tenia del mundo no chocara con la
imagen que del mismo nos brindaba Mercator, pero lo cierto es que hoy en
día, con ojos mínimamente críticos, encontramos muchas cosas que nos
molestan.
En dicha visión se opta por un criterio que favorece indudablemente al hemisferio norte.
En primer lugar, el Ecuador está situado, no en el centro sino en el
tercio inferior del planisferio, lo cual lleva a que en la proyección
los países del hemisferio sur queden disminuidos en tamaño con respecto a
los del norte.
Europa queda situada prácticamente en el centro del mundo y con una
superficie que se nos representa superior a la de América Latina,
mientras que en realidad ésta tiene 17,8 millones de km2 y Europa tan
sólo 9,7 millones de Km2.
América Latina parece más pequeña que Groenlandia y en realidad es 9 veces más grande.
Este mapamundi nos ha llevado durante generaciones a vernos a
nosotros mismos menores de lo que somos en realidad. Cuánto pueda ello
influir en nuestra visión del mundo es algo muy difícil de cuantificar,
lo que sí es fácil de apreciar es lo injusto de esta situación. ¿Por qué
un niño africano, cuando se le enseña geografía, debe ver a su
continente del mismo tamaño que Europa cuando en realidad es tres veces
más grande?
LA PROYECCION DE PETERS
Peters ideó una proyección, que pudiese representar todo el mundo y
en el que la distorsión de las superficies fuera mínima. Además puso el
ecuador en el centro del mapa. Con estas premisas obtuvo una compleja
fórmula matemática que conseguía todo esto. Representa fielmente las
latitudes medias. Las latitudes altas parecen un poco más pequeñas, en
comparación, y las latitudes bajas, un tanto más grandes; pero aquí
están los países pobres, lo que a Peters le pareció más una virtud que
un defecto. En todo caso la distorsión de las superficies es menor en el
mapa de Peters que en el de Mercator.
Peters fue mucho más lejos. Propuso modificar la red de meridianos y
paralelos. El meridiano cero dejaría de estar en Greenwich para pasar,
más o menos, al centro del estrecho de Bering, en un meridiano que no
cortase ningún país. Además, este meridiano sería la línea de cambio de
fecha, totalmente recta. Por otro lado planteó que el círculo no se
dividiese en 360º sino en 100º. La longitud iría de 0º a 100º, al igual
que la latitud. El polo Norte sería el paralelo 0º, el polo Sur el 100º y
el ecuador el 50º.
El mapa tiene, para Peters, ventajas evidentes, y da una imagen mucho
más ajustada del mundo que cualquier otro, aunque a quien lo ve por
primera vez le parece raro. Sólo la ONU
y las ONG lo han adoptado, y es que rompe por completo las imágenes del
mundo en las que los países del norte tiene preponderancia. Y tiene una
virtud más: su belleza.
La proyección Peters no está exenta de críticas, empezando por el
excesivo peso que tienen sus posiciones ideológicas, que en buena medida
se sobreponen a las características cartográficas. A pesar de que
Peters lo presenta como una novedad su proyección había sido propuesta
ya en 1855 por el clérigo escocés James Gall, la llamó proyección
ortográfica equivalente. Entre los los cartógrafos hay consenso en
denominar a la proyección de Gall-Peters.
Por otra parte las virtudes que Peters atribuye a su proyección son
comunes a todas las proyecciones cilíndricas equivalentes, incluida la
proyección cilíndrica de Lambert (1772), de la cual derivan todas las
proyecciones cilíndricas modernas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario